Mataro, Primer mitin de la CNT en Cataluña después de la guerra





30 de octubre de 1976

Unas 4.000 personas asistieron este fin de semana a un mitin de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), celebrado en el Pabellón de Deportes de Mataró, según informa Logos.Se trataba del primer mitin que la CNT celebraba en Cataluña desde 1939, y al mismo asistieron diversos militantes del citado sindicato en el exilio. El acto estuvo presidido por la hija de Joan Peiró, que fue un destacado dirigente de la CNT en Mataró.














LA EFÍMERA PUJANZA DE LA CONFEDERACIÓN NACIONAL DEL TRABAJO (CNT) EN BARCELONA DURANTE LA TRANSICIÓN

FRANCISCO GAGO VAQUERO 1

Tras la muerte del dictador el veinte de noviembre de 1975, las organizaciones sindicales, hasta entonces ilegales, empezaron a reconstruirse, paulatinamente, en territorio español, aprovechando la tolerancia relativa del nuevo período histórico (tras la entronización del rey Juan Carlos I como nuevo jefe del Estado, el veintidós de noviembre de 1975). 

La implantación obtenida por la CNT en la provincia de Barcelona fue muy superior a la obtenida en cualquiera de las otras cuarenta y nueve provincias, disputándole la hegemonía sindical en esta provincia catalana a Comisiones Obreras (CCOO) y a la Unión General de Trabajadores (UGT) entre 1976 y 1978.

Entre las principales manifestaciones de la vitalidad cenetista en la provincia de Barcelona durante este período se pueden resaltar las siguientes:

1ª Mitín de Mataró (30 de octubre de 1976). Primer mitin de la CNT en España desde 1939.

2ª Mitín de Montjuich del dos de julio de 1977. La más espectacular manifestación de pujanza cenetista y libertaria durante la transición.

3ª Jornadas libertarias internacionales en Barcelona (del 22 al 25 de julio de 1977).

4ª Primera huelga de gasolineros en Barcelona durante la transición. 1977.

1             Licenciado en Geografía e Historia por la Universidad Autónoma de Madrid. Doctorando en Historia contemporánea por la Universidad Nacional de Educación a Distancia.

5ª Segunda huelga de gasolineros en Barcelona. 1978.

Mitin de Mataró (30 DE OCTUBRE DE 1976). Primer mitin de la CNT en España desde 1939
La propuesta de realizar un acto multitudinario para dar a conocer el resurgimiento confederal partió de la Federación Local de Mataró (Barcelona). El acto se realizó en el Pabellón Municipal de Deportes de dicha ciudad, el cual se llenó en su totalidad por un público fervoroso y expectante2.
Acudieron al acto muchos exiliados provenientes de los más diversos puntos del globo terráqueo (México, Suiza, Francia, Inglaterra, etc.). Acudió un representante del Secretariado Intercontinental de la CNT de España en el exilio, residente en Toulouse. Presidió el acto la hija de Joan Peiró (exmilitante de la CNT, nacido en Mataró, que fue ministro de Justicia en el segundo gobierno de Largo Caballero en el bando republicano, durante la guerra civil española, y que posteriormente fue condenado a muerte y ejecutado por el régimen franquista). El acto contó con manifestaciones de apoyo de numerosos grupos de la oposición: CDC (Convergencia Democrática de Cataluña), PSC (Partido Socialista de Cataluña), UGT (Unión General de Trabajadores) catalana, FAI (Federación Anarquista Ibérica) catalana, la AIT (Asociación Internacional de Trabajadores) o FRAP (Frente Revolucionario Antifascista y Patriótico).

Abundante presencia de público joven en el acto junto a veteranos ilustres. El acto se inició a las seis de la tarde, presentado por un militante de Badalona, Fernando

2             La prensa en general se hizo eco del acto de Mataró, sobre todo la prensa libertaria (también la de “centro” e “izquierda”). En cuanto a la prensa general se puede mencionar. Corresponsal de Diario 16 en Barcelona: “Cataluña. Primer mitin de la CNT”, Diario 16, Madrid, lunes 1 de noviembre de 1976, p. 7. También en Agencia Logos. “Primer mitin de la CNT en Cataluña después de la guerra”, El País, Madrid, martes 2 de noviembre de 1976, p. 45. En cuanto a la prensa libertaria se puede mencionar: “Primer mitin de la CNT en Cataluña”, Solidaridad Obrera, Barcelona, noviembre de 1976, p. 9. También en Agencia Tele-Express: “Después de la Felguera el destape se afirma. Más de 4000 personas asisten al mitin de la CNT en Mataró”, El Combate Sindicalista, París (Francia), 11 de noviembre de 1976, p. 3. A nivel bibliográfico, Joan Zambrana: La alternativa libertaria, Badalona (Barcelona), 2000, pp. 79 a 82.

Ramos Hernández, quien recordó a los cenetistas caídos y a los encarcelados por motivos políticos o sindicales. El primer orador fue Pedro Díaz Vallmitjana de Badalona. Después intervino un obrero despedido de la empresa Motor Ibérica, explicando su versión de la situación de la empresa. Más tarde tomó la palabra un obrero huelguista de la empresa Cortex, S.A. de Badalona. Le sucedió un militante barcelonés, Josep Costa Font.

La voz femenina en el mitin la puso Berta Aguilera, exiliada en Suiza, desde donde se desplazó, quien destacó el papel de la mujer en la lucha obrera y a favor de la causa libertaria. El siguiente orador fue Antonio Delgado, de Mataró. Posteriormente, intervino un obrero vasco de la construcción que se ganó las simpatías de un público mayoritariamente catalán.

La intervención más polémica fue la del secretario general del Comité Regional de Cataluña, Luis Edo, quien dedicó un homenaje a los militantes obreros de Mataró, especialmente a Joan Peiró, saludó a todos los sindicatos de la localidad, calificó de terrorismo económico la fuga de capitales y denunció el “pacto social” por parte del gobierno. Cuando se manifestó partidario de la Alianza Sindical Obrera de Cataluña (entre las centrales sindicales CNT, UGT y SOC) se escucharon abucheos y silbidos de desaprobación por parte de los espectadores que eran contrarios a dicha alianza (la cual no había sido discutida todavía por la base confederal).

El último en intervenir fue Ramón Liarte, ex secretario de las Juventudes Libertarias de Cataluña que venía desde Toulouse, quien denunció la asistencia al acto de agitadores. Atacó al Partido Comunista al que calificó de “maldito”, recibiendo entonces una gran ovación. Afirmó que había hablado por teléfono con Federica Montseny (veterana militante de la CNT de España en el exilio, residente en Francia, la cual fue ministra de Sanidad durante el segundo gobierno presidido por Largo Caballero en el bando republicano durante la guerra civil), la cual se excusó de no poder asistir al acto por razones de salud pero mandaba un saludo a todos los asistentes, especialmente a los más jóvenes).

El acto concluyó con gritos de “¡Viva el anarquismo!” y con la canción “¡A las barricadas!”. La duración del evento fue de dos horas y al terminar el acto hubo abrazos y saludos pero también fuertes discusiones sobre los temas tratados (especialmente en lo referente al tema de la Alianza Sindical Obrera Catalana).


Mitin de Montjuich del dos de julio de 1977. La más espectacular manifestación de pujanza cenetista y libertaria durante la Transición

El sábado dos de julio de 1977 por la tarde se celebró en el parque de Montjuich un multitudinario mitin de la Confederación Nacional del Trabajo. La cantidad de público asistente se estima entre 100.000 y 150.000 personas. La mayoría de los presentes eran catalanes aunque hubo representantes de todas las regiones españolas y del exilio. Se alzó una monumental tribuna en lo alto del parque desde donde hablaron los distintos oradores y que al final del mitin fue utilizada por conjuntos musicales que dieron sus conciertos3.


El primer orador en intervenir fue Enric Marcos, secretario del Comité Regional de Cataluña, quien pidió la libertad de todos los presos políticos. Afirmó: “Estamos aquí para demostrar que no desaparecimos y que no desapareceremos jamás”. Mientras tanto el público no cesaba de corear consignas como “El pueblo, unido, jamás

3             La referencia al acto en la prensa general de ámbito nacional es más bien escasa teniendo en cuenta el número de participantes en el mismo (tal vez por las fechas estivales o por el boicot premeditado hacia la CNT y el movimiento libertario español). Se puede citar: Enrique Canals, Barcelona: “Gigantesco mitin de la CNT en Barcelona, Cien mil personas, en el parque de Montjuich” en El País, Madrid, domingo 3 de julio de 1977, p. 1. También en “La CNT renace”, revista Triunfo, Madrid, sábado 9 de julio de 1977,

p. 17. Dentro de la prensa confederal: “Mítines en Barcelona y León” en CNT, julio de 1977, p. 6. A nivel bibliográfico, Juan Gómez Casas: Relanzamiento de la CNT 1975-1979, Móstoles (Madrid), 1984, pp. 76, 77 y 78. En Joan Zambrana: La alternativa libertaria, Badalona (Barcelona), 2000, pp. 139, 140 y 141.

será  vencido”,  “Amnistía  total”,  “Sí,  sí,  sí, libertad”;  “Presos  a  la  calle,  comunes también”.

En segundo lugar intervino el veterano militante José Peirats, cuya intervención suscitó gran polémica una vez terminado el acto. Criticó al nacionalismo y al autonomismo defendiendo el principio libertario del municipio libre como unidad territorial básica. Reclamó los municipios libres como alternativa a los estatutos regionales. Manifestó el rechazo libertario a los nacionalismos excluyentes y a la existencia de fronteras, afirmando, por el contrario, el internacionalismo y el universalismo (“nuestra patria es el mundo y nuestra familia la humanidad”). Al día siguiente la Regional catalana de la CNT se desmarcó de las palabras de Peirats asegurando que lo que el veterano militante había manifestado era solamente su opinión personal.

En tercer lugar habló Federica Montseny (otra veterana militante cenetista en el exilio, exministra de Sanidad de la República durante la guerra civil, representaba al sector más ortodoxo del exilio cenetista representado por el Secretario Intercontinental que estaba enfrentado con el sector más moderado representado por la Comisión Relacionadora y que tenía como figura más destacada a José Peirats; Federica Montseny y José Peirats no llegaron a saludarse en ningún momento durante el mitin) quien refirió el excesivo costo de las pasadas elecciones políticas, manifestó que “la carne de diputado había resultado muy cara”, y que cada diputado venía a costar a la clase trabajadora un millón de pesetas. Atacó el pacto social afirmando que la CNT era la única organización en quien podían confiar los trabajadores para su defensa. Manifestó que si la CNT no existiera, habría que inventarla. Se mostró favorable a la creación de una Federación de Autonomías Ibéricas. Recordó que en la montaña de Montjuich habían sido ejecutados ilustres anarquistas. Criticó a las centrales sindicales vinculadas a partidos políticos, afirmando que estos eran un freno para las aspiraciones revolucionarias proletarias. Atacó al Partido Comunista de España y a su secretario general, Santiago Carrillo, del que dijo que “es más monárquico que los monárquicos. Si esto es eurocomunismo, que me cuelguen”.

En cuarto lugar intervino Juan Gómez Casas, secretario nacional de la CNT, quien pidió la libertad para los presos cenetistas y libertarios. Acusó a las centrales sindicales dependientes de partidos políticos (se sobreentendía que la alusión iba dirigida a UGT y CCOO fundamentalmente) de reventadoras de huelgas generales durante el período electoral (aludió a lo ocurrido en Asturias, País Vasco, Madrid y Mallorca).

En quinto lugar intervino Fernando Piernavieja, en representación de la regional andaluza, quien manifestó que la sociedad burguesa, clasista, capitalista y estatista era una gigantesca cárcel  y que todos necesitabamos amnistiarnos a nosotros mismos. Cerraron el acto Antonio Morales y el secretario de la Federación Local de Barcelona. Sonaron los himnos confederales por los altavoces en medio de la emoción de la multitud congregada en el parque de Montjuich. En el acto estuvieron presentes banderas negras anarquistas, las rojinegras anarcosindicalistas así como banderas representativas de distintas comunidades autónomas (incluídas “ikurriñas”, banderas autonómicas vascas) pero no había “senyeras” (banderas autonómicas catalanas).

En cuanto al comunicado hecho público por la regional catalana de la CNT al día siguiente del mitin de Montjuich desmarcándose de las palabras de José Peirats en los referente a la “cuestión nacional” venía a manifestar lo siguiente: “…que la CNT de hoy, no confunde los conceptos de Nación y Estado, y mientras rechaza este último por ser un instrumento de opresión al servicio de la clase dominante, la nación es un conjunto de hombres y mujeres con voluntad de ser, es una comunión lingüística y cultural que la define etnológicamente como entidad natural y que, por lo tanto, debemos potenciar al máximo…Nuestro objetivo es la confraternidad universal, la convivencia pacífica de todas las culturas y el respeto mutuo de las características diferenciales de cada nación”4.

Jornadas libertarias internacionales en Barcelona (del 22 al 25 de julio de 1977)

El número de visitantes y participantes a las Jornadas Libertarias Internacionales barcelonesas rondó las 600.000 personas. La mayoría procedían de Cataluña, aunque hubo mucha gente del resto de España y de diversos países europeos. Parece ser que la idea de organizar las jornadas partió de una serie de artistas que estaban vinculados al Sindicato de Espectáculos de la CNT de Barcelona y al Salón Diana (Juan José Puigcorbé, Carlos Lucena, Mario Gas, Francesc Bellmunt, etc.). Estos artistas llamaron al Comité Regional de Cataluña de la CNT para que les ayudara a organizar un acto que pretendía ser de gran calado y repercusión. El Comité Regional catalán aceptó el reto y arrastro tras de sí a toda la CNT a nivel nacional. De esta forma se constituyó el Comité CNT-Pro Jornadas Libertarias Internacionales. Se eligió como escenario para el acontecimiento el Parque Güell y el Salón Diana.

Al acto fueron invitados un gran número de artistas e intelectuales de tendencia antiautoritaria y libertaria: Jean Paul Sartre, Fernando Savater, Daniel Guerin, Gaston Leval, Federica Montseny, José Peirats, George Moustaki, Leo Ferré, Agustín García Calvo, Costa-Gavras, Jean Luc Goddard, Abel Paz, Daniel Cohn Bendit, Joan Baez, Fernando Arrabal, Ionesco, Noam Chomsky, Emma Cohem, Fernando Fernán Gómez, Vicente Aranda, Luis García Berlanga, etc.

4             La cita pertenece al citado libro de Joan Zambrana: La alternativa libertaria, Badalona (Barcelona), 200, p. 141.

En el Salón Diana se celebraron los debates generales, que fueron los siguientes: El día 22 a las cuatro de la tarde “Valoración de la práctica libertaria internacional desde 1936”. El día 23 a la misma hora: “El marxismo y el anarquismo ante las cuestiones del Estado y la política”. El día 24, también a las cuatro de la tarde, “Movimiento libertario y organización”. Por último, el día 25, a la misma hora, “Crítica de la sociedad industrial y alternativas”, donde se defendió el modelo de la autogestión y la solidaridad como piedras angulares de la nueva sociedad. El Salón Diana se quedó pequeño ante la avalancha de público que quería asistir a los debates, especialmente al del día 23. De esta forma, se llegaron a organizar debates paralelos en el Sindicato de Espectáculos de la CNT en Barcelona.

En el Parque Güell se organizaron actos culturales pero con un carácter más lúdico: conciertos de rock, cine, teatro, exposiciones, coloquios, revistas, folletos, etc.. Todo ello acompañado por música, bebida y un ambiente de alegría generalizada.

Se llevaron a cabo numerosas mesas redondas en distintos lugares de Barcelona donde se trataron numerosos temas de interés para los libertarios, entre ellos: la autogestión, el antimilitarismo, el antiautoritarismo, el ecologismo, las prácticas sexuales, el feminismo, la enseñanza y la educación, el tiempo libre, el trabajo, etc.

Fueron numerosos los cantantes que intervinieron para amenizar los actos, casi todos ellos pertenecientes a lo que se venía en llamar como canción-protesta: José Antonio Labordeta, Triana, Luis Pastor, Marina Rosell, Sisa, Ramón Muns, Pau Riba, Els Pavesos, José Afonso, Pablo Guerrero, La Banda, Orquesta Platería, Trapera del Río, Daniel Viglietti, Ángel Villalba, etc.

Con motivo de estas Jornadas Libertarias Internacionales se publicó el periódico “Barcelona Libertaria” que se distribuía en diferentes puntos de la provincia barcelonesa. Llegó a tener una tirada media de 40.000 ejemplares. Su función era informar sobre los actos que estaban proyectados y dar noticias sobre lo que ocurría durante las Jornadas.

La participación cenetista en estas Jornadas pretendía manifestar el carácter internacionalista y globalista de la revolución preconizada por la CNT, que desbordaba ampliamente el ámbito laboral y económico propio de una central sindical, pretendiendo abarcar todas las facetas de la vida humana bajo una perspectiva ácrata y humanista5.

La prensa de ámbito nacional escrita en Madrid se hizo escaso eco de las jornadas libertarias barcelonesas. En los diarios ABC y El País no se hace mención de la efemérides. Diario 16 sí se hace eco del acontecimiento, por parte de Alda Viale, pero dándole una interpretación negativa a la mayoría de los hechos que allí tuvieron lugar y con una visión llena de prejuicios esteriotipados y tópicos6.

Para  la  tal  Alda  Viale  los  libertarios  que  asitían  a  las  Jornadas  eran  unos barbudos, descamisados, desmadrados, libertinos, amorales, indios metropolitanos, “stripers”, calificaba a los símbolos ácratas de “chucherías libertarias” y mostraba una especial fijación por las manifestaciones de Daniel Cohn Bendit (el “Daniel el Rojo” del mayo del 68 francés).

Los participantes en las jornadas se desplazaban con frecuencia desde el Parque Güell al Salón Diana y desde el Salón Diana al Parque Güell, que estaban separados por una distancia de unos diez kilómetros. La policía llegó a intervenir lanzando pelotas de goma contra la concurrencia en el Salón Diana, aunque los incidentes no pasaron a mayores.

5             Entre las publicaciones libertarias se pueden encontrar numerosos ecos de lo ocurrido en las Jornadas Libertarias barcelonesas. Así en “Barcelona libertaria”, CNT, número 8, septiembre de 1977, p. 3. A nivel bibliográfico libertario el libro ya citado de Joan Zambrana: La alternativa libertaria, pp. 142 a 148, Badalona (Barcelona), 2000. También en el mencionado libro de Juan Gómez Casas: Relanzamiento de la CNT, 1975-1979, pp. 79 a 82, Móstoles (Madrid), 1984.

6             Alda Viale: “Jornadas Libertarias de Barcelona. Cohn Bendit: Carrillo no es un revolucionario” en Diario 16, Madrid, Sábado 23 de julio de 1977, p. 24. Alda Viale: “El desmadre de la Barcelona libertaria”, Ibídem, Madrid, lunes 25 de julio de 1977, p. 24.

El ambientes de optimismo que se vivió en esos días de finales de julio de 1977 en Barcelona no iba a tener la continuidad y repercusión esperada, por los propios libertarios, como un modo de relanzar las ideas ácratas siguiendo el ejemplo del mayo del 68 francés (España en general y Barcelona en particular no pudieron vivir un mayo del 68 revolucionario por la actuación de la policía franquista).

Primera huelga de gasolineras en Barcelona durante la Transición (1977)

Los trabajadores del sector de gasolineras de la provincia de Barcelona se reunieron en asamblea en julio de 1977 para analizar el convenio del sector. Hacía sólo dos meses que los sindicatos habían sido legalizados y los trabajadores del ramo estaban en pleno período de sindicación. En una segunda asamblea del sector se eligió una comisión compuesta por doce miembros con mayoría cenetista (siete de CNT, dos de UGT, dos de CCOO y un independiente) encargada de estudiar un borrador de plataforma de convenio para la provincia de Barcelona. El 30 de agosto de 1977 se reunió una Asamblea de Gasolineros donde se aprobó por mayoría absoluta la plataforma reivindicativa.

En la plataforma reivindicativa de los gasolineros se pedía un salario de mil pesetas diarias (hasta ese momento el salario era de 458 pesetas al día). La propuesta de los trabajadores fue totalmente rechazada por la patronal del sector. Ante esta actitud, los gasolineros decidieron, el 28 de septiembre de 1977, convocar una huelga de carácter indefinido. Ante esta postura de fuerza los empresarios aceptaron la negociación, proponiendo una subida salarial máxima que alcanzaría las setecientas pesetas diarias. Durante el transcurso de estas negociaciones, representantes de CCOO intentaron negociar con la patronal a espaldas de la Asamblea de Gasolineros. Esta última decidió entonces rebajar sus peticiones a novecientas pesetas diarias mientras la patronal se negaba a subir de setecientas. Entonces, los gasolineros deciden convocar una huelga legal, indefinida, a partir de las seis horas del veintiuno de octubre (el once de octubre se presentó a Delegación de Trabajo la petición de huelga legal).

Las peticiones planteadas por lo gasolineros de la provincia de Barcelona superaban con creces las de los gasolineros del resto de España, lo cual era justificado por la Asamblea de Trabajadores en razón al mayor coste de la vida en Barcelona. La única central sindical que apoyó incondicionalmente las reivindicaciones obreras y la declaración de huelga fue la CNT (que era mayoritaria en el sector). En medio de la tensión generada por la convocatoria de huelga indefinida se iba a producir un incidente que iba a caldear aún más el ambiente. El jueves veinte de octubre unos desconocidos asaltan el local de la Federación de Barcelona de la CNT, sito en el número tres de la Plaza Real, robando de la caja fuerte una cantidad superior a sesenta mil pesetas. Paralelamente, en una reunión celebrada el jueves veinte de octubre en los locales del Sindicato de Transporte de la CNT barcelonesa la Asamblea de Gasolineros ratificó su decisión de ir a la huelga a partir del día siguiente. En la reunión se tomó la decisión que mientras durase la huelga sólo se despacharía gasolina a vehículos oficiales (Policía Urbana, Guardia Civil, Policía Armada, bomberos, ambulancias y vehículos en servicios urgentes, desde accidentes a partos).

Ante el anuncio de convocatoria de huelga por parte de la Asamblea de Gasolineros, a partir del veintiuno de octubre, el día anterior al inicio de la misma se produjo una avalancha de coches en  todos los puntos de venta de gasolina de la provincia barcelonesa, con un incremento de las ventas de gasolina en un 60 por 100 y un aumento del número de automóviles que repostaban en un 40 por 100. Se dio el caso de que tres surtidores de gasolina, administrados directamente por CAMPSA, intentaron boicotear la huelga y hacer negocio a costa de los demás puestos de venta, pero los huelguistas decidieron crear piquetes de control. La CNT denunciaba, asimismo, que miembros del comité de huelga habían recibido anónimos amenazándoles de muerte.

A partir de las seis de la mañana del viernes veintiuno de octubre de 1977 los dos mil  trescientos gasolineros de Barcelona y provincia llevaron a la práctica la convocatoria de huelga, afectando a doscientas cincuenta estaciones de servicio. El seguimiento del paro alcanzó el cien por cien en la capital y el noventa por cien en la provincia. Durante el primer día de huelga fueron detenidos tres miembros de los piquetes informativos, uno en Barcelona y dos en Vilanova i la Geltrú, los cuales recobraron la libertad dos horas después. Según el Sindicato de Transportes cenetista los piquetes informativos estaban integrados sólo por dos o tres miembros; el mismo Sindicato se quejaba del exhaustivo despliegue policial en torno a las gasolineras. La policía armada hizo acto de presencia en las estaciones de servicio; vehículos de las fuerzas del Orden Público se encargaron de escoltar a los camiones de CAMPSA que llevaban combustible a las gasolineras y a los surtidores de la compañía (a excepción de los surtidores de CAMPSA, las cubas con gasolina tenían que regresar a sus lugares de origen por no encontrar personal que se hiciera cargo de las mismas).

La Delegación de Trabajo de Barcelona intentó reiniciar las conversaciones entre empresarios y trabajadores. El paro no afectó a los vehículos oficiales, ambulancias y coches de bomberos. Entre las reivindicaciones obreras se incluía también la absorción de los desempleados del sector a base de que cada estación de servicio contratase a dos parados. En la localidad de Igualada se produjeron incidentes cuando la Guardia Civil presionó a los trabajadores de las estaciones de servicio para que sirvieran al público,¡ entonces los huelguistas optaron por abandonar sus puestos de trabajo7.

7             El eco en la prensa nacional de información general de la huelga de gasolineros de Barcelona fue extenso y exhaustivo. Se puede mencionar: “Los empleados de gasolineras pueden ir a la huelga. Comenzaría el día 21 con carácter indefinido” en ABC, Madrid, martes 11 de octubre de 1977, p. 56. Barcelona, 17, Europa-Press: “Para el próximo día 21: Convocatoria de la huelga legal de gasolineras en

El veintidós de octubre se celebró una nueva reunión, entre los representantes de los trabajadores y la Patronal, que acabó en un fracaso rotundo evidenciándose el alejamiento entre ambas posturas. La tensión llegó a tal punto que los empresarios llegaron a manifestar que de persistir la misma situación no tenían inconveniente en ceder el servicio al Estado, “pero no a la CNT”. Por su parte, el Sindicato de Trabajadores Autónomos del Taxi, de Cataluña, consiguió, tras negociar con CAMPSA, el Ayuntamiento de Barcelona y el Gobierno Civil, que se establecieran tres puntos de distribución de gasóleo exclusivamente destinados para los auto-taxis. La patronal hizo una oferta de treinta mil pesetas extras que fue rechazada por los representantes de los trabajadores, puesto que era un dinero que no figuraría en la nómina oficial. Los empresarios se reafirmaban en su oferta de pagar doscientas pesetas por cada hora extra, quince pesetas por cada servicio y coche lavado o engrasado y treinta por camiones; asimismo ofrecían una gratificación de cien pesetas diarias a los expendedores que después de su jornada se comprometiesen a realizar la liquidación y un premio a la Barcelona”, Ibídem, Madrid, martes 18 de octubre de 1977, p. 23. Barcelona, 20, Europa-Press: “Asaltan los locales de CNT en Barcelona”, Ibídem, Madrid, viernes 21 de octubre de 1977, p. 16. Barcelona, 21, resumen de agencias: “Huelga total de gasolineras en Barcelona”, Ibídem, Madrid, sábado 22 de octubre de 1977, p. 16. Barcelona, 22, Europa-Press: “No se vislumbra una solución a la huelga de trabajadores de gasolineras en Barcelona”, Ibídem, Madrid, domingo 23 de octubre de 1977, p. 12. Europa-Press: “Huelga de gasolineras: Algunos empresarios barceloneses, dispuestos a negociar”, Ibídem, Madrid, martes 25 de octubre de 1977, p. 21. Barcelona, Agencias: “Para que estudien las propuestas de los empresarios. Llamamiento de la CONC a los trabajadores de las gasolineras”, Ibídem, Madrid, miércoles 26 de octubre de 1977, p. 18. Barcelona, Agencias: “Ayer se firmó el acuerdo en el Gobierno Civil. Terminó la huelga de las gasolineras en Barcelona”, Ibídem, Madrid, jueves 27 de octubre de 1977, p. 7. Barcelona, 21, Diario 16: “Ayer se agotó el carburante en toda la provincia. Huelga total de gasolineras en Barcelona” en Diario 16, Madrid, viernes 21 de octubre de 1977, p. 8. Barcelona, 22, corresponsal Diario 16: “Trabajadores y empresarios comienzan las negociaciones. Barcelona: Huelga total en las gasolineras”, Ibídem, Madrid, sábado 22 de octubre de 1977, p. 7, Barcelona, 24, Diario 16 y Agencias: “El conflicto de las gasolineras entró en su cuarto día. La huelga paraliza Barcelona”, Ibídem, Madrid, lunes 24 de octubre de 1977, p. 8.Barcelona, 25, resumen de agencias: “Barcelona: Mientras la huelga sigue. Empresarios de gasolineras: Piden mayores beneficios”, Ibídem, Madrid, martes 25 de octubre de 1977, p. 9. Barcelona, 26, corresponsal Diario 16: “Barcelona: Seis Días sin gasolina, CNT: La huelga será indefinida”, Ibídem, Madrid, miércoles 26 de octubre de 1977, p. 11. Barcelona, 27, Diario 16: “Barcelona: Tras aceptar una disposición gubernativa. Finalizó la huelga de gasolineras”, Ibídem, Madrid, jueves 27 de octubre de 1977, p. 9. Enric Canals, Barcelona: “Huelga de gasolineras en Barcelona”, El País, Madrid, sábado 22 de octubre de 1977, p. 41, Enric Canals, Barcelona: “El Ministerio del Interior ordena su apertura. Barcelona continúa sin servicio de gasolineras”, Ibídem, Madrid, domingo 23 de octubre de 1977, p. 28. Enric Canals, Barcelona: “Vuelta al trabajo en las gasolineras de Barcelona y su provincia”, Ibídem, Madrid, jueves 27 de octubre de 1977, p. 45.

jubilación consistente en una mensualidad por diez años de servicio hasta llegar a cuatro mensualidades por veinticinco años de servicios. Pero estas ofertas empresariales estaban muy lejos de colmar las aspiraciones de los trabajadores. El abogado de la Asociación Provincial de Estaciones de Servicio afirmaba que los empresarios estaban ofreciendo el máximo de lo que podían ofrecer económicamente hablando, para ello apelaba a un estudio elaborado por la empresa de estadística Metraseis, sin embargo el tiempo iba a demostrar que la patronal podía dar bastante más de lo que estaba ofreciendo.

También se quejaban los empresarios de estaciones de servicio de estar recibiendo constantes amenazas de muerte. Asimismo, denunciaban la actitud coactiva de los piquetes que obligaban a continuar la huelga a los trabajadores que querían reemprender su labor debido a la insuficiente protección policial.

La huelga consiguió reducir notablemente la densidad del tráfico rodado en la provincia de Barcelona (lo cual trajo como consecuencia positiva la disminución de la contaminación barcelonesa).

Las diferentes regionales de la CNT se solidarizaron con la postura adoptada por sus correligionarios barceloneses, manifestando que como trasfondo de dicha actitud se situaba el rechazo cenetista al Pacto de La Moncloa.

El veinticinco de octubre algunos empresarios barceloneses de gasolineras manifestaban que estarían dispuestos a acceder a las peticiones de los empleados si el Gobierno aumentaba en quince céntimos por litro el beneficio que la gasolina dejaba a los empresarios del sector de estaciones de servicio; según sus cálculos ellos percibían hasta entonces 1,55 pesetas por cada litro de gasolina, cantidad que querían aumentar hasta 1,70 si el Gobierno aceptaba su propuesta; de esta forma el Gobierno dejaría de percibir 195 millones de pesetas anuales. El día anterior la asamblea de trabajadores dio un voto de confianza a la comisión deliberadora del convenio para que pudiera llegar a un acuerdo con la patronal sin necesidad de tener que convocar antes a la asamblea general del ramo. El lunes 24 de octubre llegaba la huelga a su cenit al conseguir un seguimiento del cien por cien en la capital y del 97% en la provincia. La CNT condenaba la actitud llevada a cabo por algunos patronos de cerrar sus gasolinerías, con lo que impedían a sus empleados hacer frente a los casos de urgencia que se presentasen. Denunciaba la CNT, también, la actitud de CAMPSA por haber puesto en funcionamiento unas bombas móviles de expedición de gasolina que no reunían las mínimas condiciones preventivas al carecer de válvulas de seguridad de los gases8.

El martes veinticinco de octubre CCOO convocaba a los trabajadores a volver al trabajo y a servir de puente entre el Gobierno Civil y la CNT para llegar a un acuerdo. Al parecer, ciertos garajes de Barcelona conseguían distribuir algo de gasolina así como en ciertos puestos improvisados por CAMPSA, donde las colas eran inmensas. Finalmente, el miércoles 26 de octubre de 1977 a las 16.15 horas se firmó en el Gobierno Civil de Barcelona un documento entre los representantes de los empresarios de estaciones de servicio y el comité de huelga (dominado por la CNT, como central sindical mayoritaria en el sector). El gobernador civil de Barcelona, señor Belloch, forzó el acuerdo entre ambas partes que se concretaba en tres puntos:

1.            Prevalecían las mejoras salariales acordadas el día anterior a la ruptura de las conversaciones, es decir, 811 pesetas diarias de sueldo, 230 pesetas por hora extra, 15 pesetas por coche lavado o engrasado y 30 por camiones (la patronal ofrecía en un

8             Las publicaciones libertarias también se van a hacer eco, exhaustivamente, de la huelga de gasolineras barcelonesas. Así se puede mencionar: J. S.: “Barcelona sin gasolina” en CNT, Madrid, noviembre- diciembre de 1977, p. 3. También en: “Gasolineras: La Patronal en reserva” en Solidaridad Obrera (órgano de la Regional catalana de la CNT), Barcelona, 30 de noviembre de 1977, pp. 8 y 9. En el libro de Zambrana, ya mencionado, Joan Zambrana: La alternativa libertaria, Badalona (Barcelona), 2000, pp. 154-159. La visión más escéptica sobre la huelga en: “Gasolineras: Una huelga a medio camino” en Fragua Social (órgano de la Federación Regional del país Valencià), Valencia, IV época, número 9, noviembre de 1977, pp. 6 y 7.

principio 700 pesetas diarias, mientras los representantes de los trabajadores pedían 900 pesetas diarias).

2.            Se entregará a cada trabajador una paga lineal de 45.000 pesetas anuales a hacer efectiva antes de 20 días.

3.            El convenio tendrá vigor desde el día de la firma hasta el 30 de junio de 1978 y con carácter retroactivo al pasado 1 de abril. El gobernador civil ordenaba la reapertura inmediata de las gasolineras tras llegarse a la firma del acuerdo.

Con anterioridad a la firma del acuerdo, CAMPSA intervino y ocupó algunas estaciones de servicio en la ciudad condal, haciéndolas entrar en funcionamiento al tiempo que establecía varias estaciones móviles que despachaban gasolina. Esta decisión se había tomado en la reunión del Consejo de Administración de la compañía, celebrado el martes 25 de octubre. Al mismo tiempo, autorizaba la tramitación urgente de una propuesta de modificación del reglamento de estaciones de servicio que facultaría a la compañía para rescatar y rescindir los correspondientes contratos de las estaciones de servicio que fueran precisas en situaciones de conflicto.

La huelga de gasolineras tuvo un gran impacto en la vida barcelonesa al reducirse la circulación rodada por las calles de la capital a un sesenta por ciento de lo habitual. Asimismo, algunos servicios básicos se vieron afectados de forma incipiente, tales como el sector mercancías, abastecimientos y mercados. La huelga se hizo sentir también en la provincia de Gerona, especialmente en la zona limítrofe con la provincia de Barcelona, así se observaron grandes  colas en las  estaciones  de servicio de la Nacional II.

En una asamblea, celebrada a las 20 horas del miércoles 26 de octubre, los trabajadores barceloneses de gasolineras ratifican los acuerdos alcanzados por el Comité de huelga y dan por finalizada la misma.


Balance

Para la CNT la huelga de gasolineros barcelonesa fue un gran éxito. Desde el punto de vista puramente crematístico los trabajadores del sector pasaron de tener un sueldo diario de 458 pesetas a otro de 881 pesetas diarias (si se tiene en cuenta la paga extra de 45.000 pesetas), aplicable con efectos retroactivos al 1 de abril y hasta el 30 de junio del año siguiente, con lo que sólo se quedaron los trabajadores a 19 pesetas de la segunda propuesta hecha a la patronal y 181 pesetas por encima de la oferta hecha por esta última (en total se le arrancó a la patronal 103.500.000 pesetas). A nivel moral y organizativo fue un gran éxito mantener una huelga de casi seis días en un sector productivo muy fraccionado y poco competitivo. Por último, la nota hecha pública por los empresarios donde afirmaban: “Antes que ceder las gasolineras a la CNT, se las cedemos al Estado”, llenó de orgullo a los cenetistas al comprobar que los empresarios barceloneses tenían miedo de la histórica central anarcosindicalista (en la mentalidad anarcosindicalista los patrones son enemigos irreconciliables de la clase obrera, a la que ellos afirman defender, por lo que el miedo y el odio de la patronal a la CNT parecía ser indicativo de que ésta estaba defendiendo con acierto los intereses obreros).

Segunda huelga de gasolineros de Barcelona (1978)

En agosto de 1978 se firmaba el convenio estatal del sector de gasolineras entre la patronal y los representantes de los trabajadores. La representación obrera es llevada a cabo por las dos centrales sindicales mayoritarias en el sector, a nivel nacional, Comisiones Obreras (CCOO) y Unión General de Trabajadores (UGT). El convenio establecía las siguientes condiciones: 155 pesetas por hora extra trabajada, 15 minutos de descanso para almorzar, no se contemplaban pagas extras ni por Navidad ni por el primero de mayo, tampoco se contemplaban subidas salariales por depreciación de la peseta, se establecía un máximo de tres domingos seguidos trabajados.

El convenio estatal no satisfacía a los gasolineros de Barcelona, quienes, en octrubre de 1977 (tras 6 días de huelga), habían conseguido un convenio provincial que establecía unas condiciones laborales y económicas notablemente mejores para los trabajadores barceloneses que el convenio estatal firmado en agosto de 1978. A diferencia de lo que ocurría en el resto de España, donde CCOO y UGT eran las centrales sindicales mayoritarias entre los trabajadores de gasolineras, en la provincia de Barcelona era la CNT la central sindical mayoritaria entre los gasolineros.

Principales diferencias entre el convenio estatal para el sector de gasolineras, firmado en agosto de 1978, y el convenido provincial para Barcelona, firmado en octubre de 1977: El convenido estatal establecía un salario de 155 pesetas por hora extra trabajada por las 230 pesetas del barcelonés. El convenio estatal otorgaba 15 minutos de descanso para el almuerzo por los 30 minutos del barcelonés. El convenio barcelonés establecía un plus de mil pesetas como paga extra por la Navidad y el primero de mayo mientras el estatal no daba nada por estos conceptos. El convenio estatal establecía un máximo de 3 domingos consecutivos trabajados por dos del barcelonés.

A la vista de los datos parece lógico que los gasolineros barceloneses optasen por defender, decididamente, el convenio provincial. Para ello contaban con el apoyo incondicional de la CNT. Pero contaban, también, con la decidida oposición de los empresarios barceloneses del sector de gasolineras, quienes optaban, como también parece lógico, por defender el convenio estatal del sector en contra del convenio provincial. Los empresarios barceloneses de gasolineras contaban con el apoyo del Gobierno Civil barcelonés y de las centrales sindicales CCOO y UGT.

La CNT había denunciado desde el principio la inclusión de los gasolineros barceloneses en el convenio estatal para el sector fimado en Madrid en agosto de 19789.

Los gasolineros barceloneses apelaban a las peculiaridades que caracterizaban a Barcelona para defender el convenio provincial. La provincia barcelonesa contaba con un elevado número de gasolineras, 312, de las cuales 52 se hallaban en el área metropolitana de Barcelona, para poder abastecer de combustible a una de las zonas más transitadas por vehículos de todo el país, trabajando en ellas unos tres mil operarios. La CNT contaba con el 95% de los trabajadores sindicados en el sector, por tan sólo un 5% de CCOO y UGT. Los empresarios barceloneses eran los que tenían un mayor margen de beneficios de toda España. Al mismo tiempo, el coste de vida en Barcelona era el mayor de toda España.

CCOO y UGT se mostraban de acuerdo con los empresarios barceloneses del sector de gasolineras, en la defensa de que el convenio estatal debía ser válido también para la provincia de Barcelona, al considerar que era conveniente mantener la unidad de acción de todos los trabajadores españoles del sector.

El 10 de agosto de 1978 se convocó una asamblea de los gasolineros barceloneses en los locales del Sindicato de Ártes Gráficas de Barcelona de la CNT. En ella se tomaron los siguientes acuerdos10:

-              Recogida de firmas entre los trabajadores del sector para dar  justificación y apoyo a la lucha. Se estableció que había que recoger un mínimo de dos mil firmas.

-              Distribuir propaganda sobre el conflicto y buscar eco del mismo en los medios de comunicación.

9             J. G.: “Gasolineros. No al convenio estatal”, Solidaridad Obrera, Barcelona, 5 de agosto de 1978, p. 16. Para una visión global del conflicto, los libros ya citados Joan Zambrana: La alternativa libertaria, Badalona (Barcelona), 2000, pp. 154-159. Juan Gómez Casas: Relanzamiento de la CNT, Móstoles (Madrid), 1984, p. 153.

10           M. Millán: “Si la patronal no accede a negociar. Los gasolineros van a la huelga”, Solidaridad Obrera, Barcelona, 20 de agosto de 1978, p. 16.


- En caso de que la patronal se negase a negociar, se haría una petición de huelga legal ante la administración, la cual comenzaría el 26 de agosto.

El 23 de junio de 1978 la comisión negociadora, que representaba a los gasolineros barceloneses, presentó ante la Delegación de Trabajo de Barcelona una solicitud de negociación del convenio provincial del sector de gasolineras, pero los trámites quedaron paralizados a consecuencia de una huelga de funcionarios de la administración. Posteriormente, se intentó la negociación con la patronal, a la que ésta se negó. Ante dicha actitud, el Sindicato de Transportes de la CNT se puso en contacto con el Gobierno Civil de Barcelona, entonces el subgobernador, señor Farré, prometió hacer lo posible para que se abriera el diálogo entre empresarios y trabajadores.

Por parte de la CNT se denunciaba que cuando se negoció el convenio estatal de gasolineras, la provincia de Barcelona estuvo representada por un miembro de CCOO y otro de UGT (sin que hubiera ningún representante de la central sindical abrumadoramente mayoritaria entre los gasolineros barceloneses, la CNT). Se daba, además, el caso de que el representante de UGT, señor Juncá, era hermano del Presidente de la Asociación Provincial de Estaciones de Servicio de Barcelona. La CNT no consideró representativos a los dos delegados barceloneses.

El 23 de agosto de 1978 el Sindicato de Transportes de Barcelona de la CNT convocó una conferencia de prensa para informar sobre el conflicto de las gasolineras. Estaban también presentes representantes del Comité Regional catalán y de la comisiones negociadoras que representaban a los trabajadores barceloneses (ésta se hallaba compuesta por doce miembros: uno de CCOO, uno de UGT, un independiente y nueve de CNT). El mismo día 23 de agosto se presentaba la solicitud de convocatoria de huelga legal. La regional catalana de la CNT apoyó la convocatoria de huelga y optó por llevarla  hasta  sus  últimas  consecuencias.  Los  gasolineros  vascos  se  solidarizaban también con la convocatoria de huelga de sus compañeros barceloneses11.

El sábado 2 de septiembre de 1978 comenzaba la huelga de gasolineros barceloneses. Esta alcanzaba un seguimiento del 75%, aproximadamente, de los trabajadores de gasolineras en la provincia de Barcelona (según la CNT). Las Fuerzas de Orden Público fueron desplegadas de forma masiva y con una actitud claramente hostil a los huelguistas. Durante el primer día de huelga se practicaron 20 detenciones y 150 trabajadores recibieron cartas de despido. Cuatro miembros de un piquete resultaron heridos por la policía en el interior de una gasolinera. La policía practicó numerosas detenciones entre los miembros de piquetes informativos.

El tres de septiembre la patronal presentaba una propuesta de negociación conjunta con CNT, UGT y CCOO, en Madrid, tomando como base el Convenio Nacional. La propuesta fue rechazada por la asamblea de gasolineros. Las detenciones y despidos de huelguistas aumentaban cada día que pasaba. La asamblea de trabajadores amenazaba con no iniciar ninguna negociación mientras hubiese algún huelguista detenido o despedido.

En la noche del cuatro al cinco de septiembre fueron detenidos treinta y cinco personas en Barcelona por pegar carteles alusivos a la huelga. En la esquina de las calles Trafalgar y Gerona, un coche patrulla de la policía municipal disparó contra un grupo que pegaba carteles. Al día siguiente, la CNT convocaba una rueda de prensa donde denunciaba estos sucesos como un atentado contra la libertad de expresión e información. En los medios confederales se pensaba que por parte del Gobierno se intentaba convertir la huelga en un conflicto de orden público, del que se hacía responsable a la CNT (volviendo a agitar el fantasma de identificar los principios

11           Artículo editorial: “Gasolineros. El porqué de una huelga. Conferencia en Transportes”, Solidaridad Obrera, Barcelona, 7 de septiembre de 1978, p. 16.

libertarios de la CNT con el terrorismo y el caos). Por parte de la CNT, se pensaba que el convenio estatal de gasolineros era ilegal, al haber sido firmado por CCOO y UGT, ya que la legislación de la época afirmaba que los convenios colectivos sólo podían ser firmados por comisiones negociadoras y no por centrales sindicales. Se afirmaba también que las detenciones de los piquetes informativos eran también ilegales.

La policía armada movilizó unos 2.400 hombres en Barcelona, durante el conflicto, la mitad de ellos traídos de fuera (pertenecientes a un total de doce compañías) para hacer frente a una huelga que afectaba a 2.600 trabajadores (los efectivos policiales casi igualaban al total de trabajadores barceloneses de gasolineras). En algunos casos los policías se dedicaron a despechar gasolina al público.

Las muestras de apoyo y solidaridad que van a recibir los huelguistas y la CNT van a ser escasas, débiles y, a veces, contradictorias. Entre estas últimas está la USO (Unión Sindical Obrera; central sindical de tendencia socialista) de Euskadi, a diferencia de la USO catalana que no se pronunció. También la CSUT (central sindical de tendencia marxista vinculada al PTE). Asimismo, realizaron paros, en solidaridad con los gasolineros, los trabajadores del Mercado Central de Pescado y de Mercabarna en Barcelona12.

Entretanto, CAMPSA, desplazó a 250 trabajadores a Barcelona para sustituir a los huelguistas. En algunos casos, los propios empresarios, y sus familiares, se dedicaron a despachar gasolina al público para evitar que les incautasen las gasolineras.

El sábado dos de septiembre, el mismo día que comenzó la huelga, se produjo un incidente que contribuyó a caldear aún más el ambiente. Un “cóctel Molotov” fue colocado en la sede de la UGT del Prat de Llobregat, aunque no llegó a hacer explosión,

12           Artículo  editorial:  “Gasolineras.  Una  huelga  implacable”,  Solidaridad  Obrera,  Barcelona,  20  de septiembre de 1978, pp. 1, 4, 5 y 16.

junto  a  octavillas  con  las  siglas  CNT.  La  central  sindical  libertaria  negó  en  todo momento tener nada que ver con el incidente.

El nuevo convenio provincial que el comité de huelga pretendía, aspiraba a una jornada laboral de 40 horas semanales (frente a las 44 del convenio nacional firmado por CCOO y UGT), un salario de 1.180 pesetas diarias (frente a las 800 pesetas diarias del convenio nacional), 400 pesetas por hora extra (frente a las 155 pesetas del convenio nacional), 30 minutos para el almuerzo (por los 15 del nacional), 700 por las liquidaciones (en el convenio nacional se incluyen en el tiempo de trabajo) y mil pesetas como paga extra por Navidad y por el primero de mayo, más 500 pesetas por hora trabajada en estos dos días (el convenio nacional no contemplaba esta opción).

Según fuentes cenetistas, numerosos afiliados de CCOO y UGT firmaron la petición de huelga presentada ante el Gobierno Civil, desmarcándose de la postura contraria a la huelga adoptada por los comités ejecutivos de ambas centrales sindicales13.

Guerra de cifras entre los dos bandos

Los datos suministrados por ambos bandos, durante el trascurso de la huelga, fueron tan radicalmente distintos que no parecía posible que estuvieran hablando de la misma realidad. Tras el primer día de huelga, fuentes de la CNT mencionaban un porcentaje del 75 al 80 por ciento de gasolineros que secundaron la huelga en la provincia de Barcelona y de un 70 a 75 por ciento en la capital. Según fuentes del Gobierno Civil la huelga fue un fracaso absoluto desde el primer día: afirmaba que tan sólo habían parado 17 gasolineras de las 288 con que contaba la provincia barcelonesa; que el volumen de carburante expedido suponía el record positivo del año; la policía

13           Artículo editorial: “El derecho de huelga pisoteado”, CNT, Barcelona, octubre de 1978, p. 16.

armada tan sólo había tenido que sustituir a los huelguistas en 17 gasolineras (dos en Barcelona capital), limitándose a la prevención de posibles piquetes en el resto de las estaciones. La única coincidencia entre las fuentes del Gobierno Civil y de la CNT era en lo relativo a la normalidad del servicio de cara a los consumidores, pero discrepaban en cuanto a la interpretación de este hecho. Mientras para la CNT era debido a que los huelguistas habían sido sustituidos por policías, por personal de CAMPSA, por los propios empresarios y sus familias. Para el Gobierno Civil la normalidad en el servicio era debida al escaso seguimiento de la huelga. Según fuentes cenetistas, la policía había causado dos heridos, por lanzamiento de pelotas de goma, en la primera jornada de huelga, mientras el Gobierno Civil desmentía tal hecho.

Al tercer día de huelga, la guerra de cifras entre ambos bandos alcanzó caracteres grotescos, Fuentes cenetistas afirmaban que el paro había sido secundado por el 95% de los 2.620 trabajadores del sector. La patronal, por su parte, cifraba el número de huelguistas entre 125 y 160, los cuales habían sido despedidos por abandono del puesto de trabajo. Las fuentes cenetistas afirmaban que el número de trabajadores despedidos sobrepasaba los cuatrocientos y que había 11 detenidos como integrantes de piquetes.

El jueves siete de septiembre tuvo lugar una manifestación de gasolineros en Barcelona, declarada ilegal por el Gobierno Civil. Fue convocada por el Comité de huelga y apoyada por la CNT. Durante el trascurso de la misma fueron arrojados tres “cócteles Molotov” contra vehículos de la policía armada, que se encontraban estacionados en el Paseo de la Rambla de Cataluña, lugar previsto para el inicio de la manifestación. Diversos coches fueron atravesados en las confluencias de  algunas calles, intervino la policía, que detuvo a varios manifestantes (cuatro de ellos seguían detenidos dos días después).

El viernes ocho de septiembre se produjo una nueva manifestación en apoyo de la huelga, esta vez en santa Coloma de Gramanet. Se protestaba, también, por las agresiones que sufrieron varios cenetistas cuando pegaban carteles a favor de la huelga junto a una discoteca. No se registraron incidentes en el desarrollo de la misma.

La noche del lunes once de septiembre se produjeron dos atentados  contra gasolineras, uno de ellos en Barcelona capital (Paseo de Colón) y el otro en Granollers, con lanzamiento de “cócteles Molotov” que no produjeron heridos ni daños materiales de consideración.

El miércoles 13 de septiembre un grupo de unas 200  personas, entre ellas trabajadores de gasolineras y miembros de la CNT, ocuparon, por espacio de tres horas, una estación de servicio situada en la confluencia de las calles Urgel y París, en Barcelona capital. En dicha estación se encontraba el despacho del Presidente de la Asociación Provincial de Empresarios del sector de gasolineras. La policía armada vigiló y controló la “sentada”. La ocupación se inició a las doce del mediodía y terminó a las cinco de la tarde, cuando la policía detuvo a los manifestantes, incluyendo mujeres y niños. Al llegar a comisaría, fueron puestos en libertad los familiares de los huelguistas. Entre los detenidos había miembros de la CNT, incluido el secretario del Comité Nacional, Enrique Marcos. Un miembro del Comité de huelga, Alberto Narejo, ingresó en la cárcel Modelo de Barcelona acusado de haber proferido amenazas contra Alfonso Airas Olivares, trabajador de gasolineras de Vilanova i la Geltrú, miembro de CCOO y uno de los firmantes del convenio estatal. Los 71 retenidos por la policía, incluído Enrique Marcos, fueron puestos en libertad la noche del jueves 14.

El anti-cenetismo de los empresarios barceloneses

Desde el primer momento de la convocatoria de la huelga de gasolineros, la patronal mostró un especial interés por el fracaso de la convocatoria de paro, sabiendo que dicha situación habría significado un duro varapalo para el prestigio de la CNT barcelonesa (al ser la única central sindical que apoyó la huelga desde el principio y que tenía mayoría de afiliados entre los trabajadores de gasolineras barcelonesas). El lunes 11 de septiembre los empresarios exigían que los interlocutores de los huelguistas no fuesen afiliados de CNT. Desde las propias filas cenetistas, se pensaba que la intransigencia de los empresarios de gasolineras barcelonesas era debida, sobre todo, a las presiones de la CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales), desde Madrid, con vistas a desprestigiar a la CNT de cara a futuros pactos sociales.

El jueves 20 de octubre de 1978 se llegó, por fin, a un acuerdo, entre el Comité de huelga y representantes de la patronal, para desconvocar el paro. El acuerdo implicaba la readmisión de los huelguistas despedidos, el pago de los salarios correspondientes a los días de huelga y la libertad del único detenido existente, alberto Henarejo. Los trabajadores aceptaban adherirse al covenio estatal hasta el próximo año en el que se negociaría un convenio provincial, conservando hasta entonces los niveles salariales específicos del convenio provincial.



La actitud de CCOO y UGT durante la huelga

Ambas centrales sindicales se manifestaron en contra de la huelga desde el principio, en defensa del convenio estatal en el sector de gasolineras (que ambas centrales firmaron), en lo cual coincidían plenamente con la patronal. Tanto CCOO como UGT manifestaron una actitud de hostilidad hacia CNT, como central sindical molesta   (especialmente   en   Barcelona)   para   las   aspiraciones   de   “ugetistas”   y “comisionistas” de convertirse en los únicos representantes válidos de la clase obrera. Los dirigentes de UGT y CCOO eran conscientes de que el fracaso de la huelga de gasolineras de Barcelona supondría un grave quebranto para el prestigio de la CNT en la provincia, de lo cual podrían, indirectamente, beneficiarse sus respectivas organizaciones. Por el contrario, los representantes de la CNT eran conscientes de que el éxito de la huelga de gasolineros barceloneses aumentaría el prestigo de la Confederación en Barcelona y le permitiría aumentar su presencia sindical entre la clase obrera española. La hostilidad entre centrales sindicales alcanzó su cenit el miércoles 13 de septiembre, cuando la Sección del Combustible de CCOO pidió responsabilidades a CNT por las agresiones de que habían sido objeto dos de sus afiliados. Uno de ellos era un gasolinero de Vilanova i la Geltrú (Barcelona), que fue amenazado de muerte si no se retractaba de su firma en el convenido estatal para el sector de gasolineras, por parte de un grupo de cuatro personas. El otro, trabajador de una gasolinera, se había encontrado su coche con las ruedas rajadas y los vidrios rotos, con una nota enviada a su domicilio avisándole que “ésta es la primera advertencia, que la segunda la tendría que solucionar en el hospital”.

Incidentes violentos durante la huelga

Aparte de los hechos ya mencionados, el viernes 22 de septiembre se produjo una manifestación de solidaridad con los gasolineros en huelga, convocada por la CNT, en Las Ramblas. En la Plaza de Els Tres Tombs fueron cruzados dos coches y autobuses urbanos, cuyas ruedas fueron desinfladas, impidiendo el tránsito rodado. Asimismo, se cruzaron automóviles en las calles Viladomat y Muntaner, con rotura de cristales de algunos de ellos. El martes 26 de septiembre un empleado de una estación de servicio, situada en el kilómetro 2,700 de la autovía de Castelldefells, observó a primeras horas de la mañana la presencia de una bolsa, que le inspiró sospechas, procediendo a entregarla a uno de los policías armados de servicio. Avisado un equipo de desactivación, se colocó una mecha al paquete y este fue hecho explosionar en un terreno lejano.

Desde ciertos sectores de la opinión pública española se va plantear el atentado al derecho de huelga que supone la utilización de policías para sustituir a los huelguistas en el desempeño de su labor. En un comunicado publicado el 19 de  septiembre, Esquerra republicana de cataluña (partido político catalanista) se manifestaba en tal sentido. En parecidos términos se pronunciaron el POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista) y Acción Comunista. En tal sentido, destacaron las palabras del abogado laboralista Albert Fina en el periódico Mundo Diario del 16 de septiembre de 1978:

“(…) Se debate el derecho a la huelga, se ha sentado un precedente realmente peligroso, al alborotar el ejercicio de aquel derecho, mediante la sustitución de aquellos trabajadores por miembros de la policía armada. Lo que hoy se produce en gasolineras, mañana puede producirse en cualquier otra huelga. No es función de la fuerza pública atender un servicio particular y privado, como es el suministro de gasolina. De seguir por este camino, mañana se les obligará por ejemplo, al despacho de pan o a la venta de periódicos”14.

La Coordinadora de Abogados Laboralistas de Cataluña se sumó a la protesta por el atentado al derecho de huelga que suponía la intervención de las Fuerzas de Orden Público en sustitución de los huelguistas.

14           J. García: “Gasolineras. Algo más que una huelga”, Solidaridad Obrera, Barcelona, 5 de octubre de 1978, pp. 8 y 9.

A 27 de octubre de 1978 la huelga no estaba todavía desconvocada formalmente. Quedaban todavía 87 trabajadores por readmitir15.

El Comité de huelga, a través de CNT, envió una carta de protesta a la OIT (Organización Internacional del Trabajo): “Por todo lo expuesto, denunciamos a las organizaciones sindicales CCOO y UGT, miembros de la OIT, por violación del artículo 1473 sobre el derecho de asociación; asimismo, debemos resaltar la complicidad de los organismos gubernamentales, firmantes del pacto de adhesión a los convenios de la OIT, en la represión más vergonzosa de una huelga legal. Esta complicidad atañe también al representante del gobierno en la OIT, por no haber señalado a los organismos competentes las infracciones que se cometían con la actitud denunciada”16.

A pesar del acuerdo al que se llegó por las partes en litigio en la segunda quincena de octubre en el Gobierno Civil de Barcelona, los empresarios no cumplieron, en la mayor parte de los casos, su promesa de readmitir a los huelguistas despedidos. Además, los empresarios habían asegurado al Comité de huelga que se crearía una comisión paritaria para gestionar todo lo necesario de cara a conseguir las readmisiones. De hecho, esta comisión ni siquiera llegó a crearse, entre otras cosas, porque los empresarios no se mostraron dispuestos a ello en ningún momento”17.

Algunos de los trabajadores despedidos y no readmitidos optaron por denunciar su situación ante los tribunales. En este aspecto, el 27 de octubre de 1978 el Juzgado número 6 de barcelona dictó sentencia a favor de la readmisión de tres gasolineros despedidos,  al  declarar  improcedente  dichos  despidos.  La  sentencia  condenó  a  la


15           Antón: “Gasolineras. La patronal no quiere readmitir”, Ibídem, Barcelona, 5 de noviembre de 1978, p. 6.

16           Artículo editorial: “La huelga de gasolineras en Barcelona. ¿Para qué sirve la OIT?”, CNT, Noviembre de 1978, p. 4.

17           Artículo editorial: “Gasolineras de Barcelona: El conflicto de nunca acabar”, Ibídem, diciembre de 1978, p. 4.

empresa a la readmisión “en las mismas condiciones que regían antes de producirse los despidos”, se imponía a los trabajadores una suspensión de empleo y sueldo por 25 días. Esta sentencia fue interpretada por el Comité de huelga como un reconocimiento de la legalidad de la huelga18.

A  fecha  de  noviembre  de  1978,  36  gasolineros  despedidos  habían  sido readmitidos tras las sentencias dictadas por las magistraturas de trabajo, mientras cinco trabajadores habían sido definitivamente despedidos, otros seis estaban pendientes de sentencia, mientras sólo dos de los trabajadores despedidos aceptaron una indemnización de la empresa y se acogieron al seguro de desempleo19.

Tratamiento  de  la  huelga  de  gasolineros  de  Barcelona  en  la  prensa  de información general de ámbito nacional. Hostilidad de la prensa de “centro” y de “derecha”, que se puede ejemplificar en los diarios El País20 y ABC21.

18           Sobre dicha sentencia hay abundante información en la prensa catalana: “Primer fallo de la Magistratura en el conflicto de las gasolineras”, La Vanguardia, Barcelona, 28 de octubre de 1978. Redacción: “Despidos de gasolineras de Barcelona. Magistratura falla readmisión”, Mundo Diario, Barcelona 28 de octubre de 1978. “La patronal deberá readmitir, por sentencia. Magistratura, a favor de los gasolineros despedidos”, Telexpress, Barcelona, 28 de octubre de 1978. “Gasolineros, Magistratura favorable a la readmisión”, El Noticiero Universal, Barcelona, 28 de octubre de 1978.

19           Agencia: “Los despidos de gasolineras por resolver. Sesenta aún están en la calle”, Mundo Diario, Barcelona, 22 de noviembre de 1978. “Hasta el momento. Readmitidos 36 gasolineros”, Solidaridad Nacional, Barcelona, 22 de noviembre de 1978. “Tras la pasada huelga. Sólo 36 gasolineros readmitidos”,

Diario de Barcelona, 22 de noviembre de 1978.

20           Tratamiento de la huelga de gasolineros de Barcelona en el “centrista” diario El País: “Comienza esta noche. Huelga de gasolineras en Barcelona”, El País, Madrid, viernes 1 de septiembre de 1978, pp. 1 y 28 (titular de la página 28: “Seis compañías de la policía armada y Guardia Civil protegerán las estaciones.

Esta  noche  se  inicia  una  huelga  ilegal  de  gasolineras  en  Barcelona”).  Enric  Canals,  Barcelona:

“Aglomeración de automóviles en las estaciones de servicio durante la tarde. Comenzó la huelga de gasolineras en Barcelona”, Ibídem, Madrid, sábado 2 de septiembre de 1978, p. 29. Alfons Quinta, Barcelona: “Consumo récord de carburante. Fracaso de la huelga de gasolineras de Barcelona”, Ibídem, Madrid, domingo 3 de septiembre de 1978, pp. 1 y 33 (Titular de la página 33: “En la primera jornada se batió el récord anual de consumo y la normalidad fue generalizada. Fracasó la huelga de gasolineras de Barcelona”). Enric Canals, Barcelona. “Aunque la CNT mantiene la huelga de estaciones de servicio. Barcelona continúa abastecida de gasolina”, Ibídem, Madrid, martes 5 de septiembre de 1978, p. 42., Alfons Quinta, Barcelona: “Desinterés de los barceloneses por la huelga de gasolineras”, Ibídem, Madrid, miércoles 6 de septiembre de 1978; p. 37. Alfons Quinta, Barcelona: “Estacionario el conflicto de gasolineras de Barcelona”, Ibídem, Madrid, jueves  7 de septiembre de 1978, p. 41. Enric Canals, Barcelona: “Fueron lanzados tres “cócteles Molotov” contra la policía. Incidentes en una manifestación de gasolineros en Barcelona”, Ibídem, Madrid, viernes 8 de septiembre de 1978, p. 37. Corresponsal, Barcelona: “La CNT mantiene la huelga, mientras la patronal se niega a negociar el convenio provincial. Los empresarios de gasolineras, dispuestos a negociar los despidos”, Ibídem, Madrid, sábado 9 de septiembre de 1978, p. 33. “Las gasolineras de Barcelona continúan funcionando casi con normalidad (…)”, Ibídem, Madrid, domingo 10 de septiembre de 1978, p. 35. Enric Canals, Barcelona: “’Cócteles

Se trató de boicotear la huelga y desprestigiar a la CNT, desde el primer momento, con grandes titulares que declaraban ilegal la convocatoria de paro y que hablaban del fracaso de la misma. Sin embargo, por parte del “socialdemócrata” Diario 16 el tratamiento de la información sobre la huelga es más imparcial y ecuánime, ofreciendo las contradictorias y opuestas versiones de las dos partes en litigio sobre las características del conflicto y los datos referentes al mismo22.

Molotov’ contra estaciones de servicio de Barcelona y Granollers. Comité de huelga y patronal buscan una salida al conflicto de las gasolineras”, Ibídem, Madrid, martes 12 de septiembre de 1978, p. 47. Enric Canals, Barcelona: “La fuerza pública, que vigilaba la estación, no intervino. Los huelguistas ocuparon durante tres horas una gasolinera de Barcelona”, Ibídem, Madrid, jueves 14 de septiembre de 1978, p. 37. Enric Canals, Barcelona: “Entre ellos, el secretario nacional de la CNT, 71 personas detenidas por la huelga de gasolineras”, Ibídem, Madrid, viernes 15 de septiembre de 1978, p. 37. “los 71 trabajadores de gasolineras (…)”, Ibídem, Madrid, sábado 16 de septiembre de 1978, p. 37. Enric Canals, Barcelona: “La patronal de gasolineras no negocia con la CNT”, Ibídem, Madrid, martes 26 de septiembre de 1978, p. 57. Agencia Europa Press, Barcelona: “Acuerdo en el conflicto de gasolineras de Barcelona”, Ibídem, Madrid, viernes 20 de octubre de 1978, p. 40.

21           Tratamiento de la huelga de gasolineros de Barcelona en el derechista diario ABC: “A partir del día 2, y ante la huelga convocada por CNT: Seis compañías de Policía vigilarán las gasolineras de Barcelona”,

ABC, Madrid, viernes 1 de septiembre de 1978, p. 10. “A pesar de la prohibición del Gobierno Civil. Hoy habrá huelga de gasolineras en Barcelona”, Ibídem, Madrid, sábado 2 de septiembre de 1978, p. 12. Agencia Efe, Barcelona: “Barcelona: Escaso eco de la huelga de gasolineras. La policía detuvo a varios trabajadores”,  Ibídem,  Madrid,  domingo  3  de  septiembre  de  1978,  p.  9.  Corresponsal,  Barcelona:

“Portador de armas y de una fuerte suma de dinero. Detectado un comando de la FAI en Barcelona”,
Ibídem, Madrid, martes 5 de septiembre de 1978, p. 9. Resumen de agencias, Barcelona: “Barcelona: La patronal de gasolineras convoca asamblea general. La incidencia de la huelga sigue siendo escasa”, Ibídem, Madrid, jueves 7 de septiembre de 1989, p. 9. Agencia Efe, Barcelona: “Barcelona. Continúa sin solución la huelga de gasolineras. No hay solicitud oficial para la manifestación convocada por la CNT”, Ibídem, Madrid, viernes 8 de septiembre de 1978, p. 10. Agencia Efe, Barcelona: “Atentado contra dos gasolineras. Barcelona: La CNT mantiene la huelga de gasolineras. Según la patronal, hoy podría acabar el conflicto”, Ibídem, Madrid, martes 12 de septiembre de 1978, p. 12. Agencia Efe, Barcelona: “La huelga de gasolineras catalanas está finalizando”, Ibídem, Madrid, miércoles 13 de septiembre de 1978, p.

12. Agencia Efe, Barcelona. “Mil quinientos trabajadores. Barcelona. Paros en el mercado central de pescados. Protestan por la reacción de la patronal, tras el apoyo dado a la huelga de gasolineras”, Ibídem, Madrid, jueves 14 de septiembre de 1978, p. 9. Agencia Europa Press, Barcelona: Nuevas sentadas. Barcelona. Ningún avance en el conflicto de gasolineras”, Ibídem, Madrid, viernes 15 de septiembre de 1978, p. 10. Agencia Efe, Barcelona: “A pesar del ultimatum patronal. Barcelona: El Comité decide continuar la huelga de gasolineras”, Ibídem, Madrid, martes 19 de septiembre de 1978, p. 16. Agencia Efe, Barcelona: “Barcelona. Sólo dos gasolineras continúan intervenidas”, Ibídem, Madrid, miércoles 20 de septiembre de 1978, p. 12. Agencia Efe, Barcelona: “Barcelona: Acuerdo en el conflicto de gasolineras”, Ibídem, Madrid, sábado 23 de septiembre de 1978, p. 10. Agencia Logos, Barcelona: “Barcelona. No se celebró la reunión conciliatoria de gasolineras”, Ibídem, Madrid, martes 26 de septiembre de 1978, p. 16. Corresponsal, Barcelona: “Por gasolineros en huelga. Alteraciones de orden público en Barcelona”, Ibídem, Madrid, viernes 29 de septiembre de 1978, p. 15. Agencia Europa Press, Barcelona: “Finaliza el conflicto de gasolineras en Barcelona”, Ibídem, Madrid, sábado 21 de octubre de 1978, p. 12.

22           Tratamiento de la huelga de gasolineros de Barcelona en el “socialdemócrata” Diario 16: Corresponsal en Barcelona: “Mañana, huelga de gasolineras”, Diario 16, Madrid, viernes 1 de septiembre de 1978, p. 24., Corresponsal en Barcelona: “Convocada por CNT y rechazada por CCOO y UGT. Barcelona: Huelga de gasolineras”, Ibídem, Madrid, sábado 2 de septiembre de 1978, p. 7. Francisco Caparrós, Barcelona, Corresponsal: “Barcelona, abastecida de gasolina durante el fin de semana. La CNT realizará hoy la huelga”,  Ibídem,  Madrid,  lunes  4  de  septiembre  de  1978,  p.  9,  Francisco  Caparrós,  Barcelona,

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